5 señales que indican que no estás comiendo bien

La OMS recomienda llevar a cabo una alimentación sana y completa para beneficiarnos de un estado de salud óptimo. Entendemos por una alimentación sana y completa aquella que incorpora en nuestros platos todos los grupos de alimentos existentes, en su justa medida, de manera que nuestro organismo recibe todos los nutrientes que necesita para funcionar correctamente.

No obstante, existe una falsa creencia en la sociedad que impulsa a muchas personas a reducir sus platos, así como a prohibir alimentos que resultan indispensables para nuestro organismo, con el objetivo de ver descender nuestras medidas de peso en la báscula. Lejos de ser una práctica favorable, este tipo de métodos alimenticios puede afectar de manera grave nuestra salud, provocándonos enfermedades e incluso volviéndonos más vulnerables a contraer infecciones. En los últimos años, son muchos los estudios que nos informan sobre los peligros de estas prácticas, y sobre los beneficios de mantener una alimentación equilibrada.

¿Cómo saber si estamos comiendo bien?

Existen unas señales que nos indican que nuestra alimentación no está siendo adecuada. Si experimentamos alguna de ellas, deberemos analizar nuestros platos para poder cambiar nuestros hábitos alimenticios, y adecuarlos a las necesidades de nuestro organismo. Nuestra sangre, músculos y órganos necesitan una serie de nutrientes para poder funcionar a la perfección. Cuando no los reciben, pueden experimentar problemas como estos:

Anemia

La anemia se produce por un déficit de hierro en nuestro organismo. Las consecuencias son bien conocidas; la persona experimenta un cansancio habitual, que se alarga en el tiempo, y que afecta de manera significativa a su día a día. Este cansancio aparece nada más levantarnos y es arrastrado durante todo el día. No desaparece con el sueño.

La anemia es una de las principales señales que nos indican que debemos mejorar nuestra alimentación. Aunque existe medicación para mejorarla, el mejor remedio se encuentra en nuestra cocina.

Bajada de defensas

Uno de los principales problemas que provoca la anemia es la bajada de defensas en nuestro organismo. Las defensas son la barrera que impide que agentes infecciosos puedan acceder a nuestro cuerpo y enfermarlo. Si nuestras defensas no reciben los nutrientes necesarios, se vuelven más permeables y nos exponen a estos microorganismos. Por el contrario, unas defensas bien nutridas nos protegen mucho mejor. La alimentación, por si sola, es capaz de conseguirlo, siempre y cuando sea adecuada.

Aumento de lesiones

Nuestros músculos y huesos también necesitan de una alimentación saludable: solo así reciben los nutrientes esenciales para mantenerse fuertes. Una alimentación deficiente no ofrece todo lo que necesitan, debilitándoles y creando problemas estructurales con mucha más facilidad.

Empeoramiento de la memoria y la concentración

Nuestro cerebro se nutre de los nutrientes que le aportamos a través de la alimentación. Una mala alimentación impide que reciba los nutrientes adecuados, y esto afecta a su rendimiento. Muchos de los problemas de memoria y concentración que padecen las personas aparentemente sanas pueden mejorarse con una mejora de la alimentación.

Estancamiento en el peso e incluso ganancia de peso

Si, como lo lees. A pesar de que una de las razones principales que lleva a mucha gente a empeorar sus hábitos alimenticios es la pérdida de peso, no ingerir los alimentos necesarios puede estancar nuestra pérdida e incluso aumentar nuestro peso. La razón es clara; la alimentación nos aporta la energía para poder quemar esas kilocalorías que ingerimos. Si no ingerimos las suficientes, no quemamos las ingeridas, lo que provoca su almacenaje.

Estas 5 señales nos están indicando que nuestra alimentación debe cambiar hacia unos hábitos más saludables. Seguir las recomendaciones que nos ofrecen los expertos es una buena manera de conseguir mejorar nuestra ingesta y beneficiarnos, así, de los efectos positivos que produce en nuestra salud.