Los beneficios de las aguas termales

Los beneficios de las aguas termales han sido conocidos desde la antigüedad. Por tal razón, existen balnearios que datan de miles de años. Hoy el conocimiento sobre estos beneficios se ha renovado de la mano de los nuevos avances en la comprensión de la salud, y este descubrimiento que hicieron los antiguos se sigue presentando como una alternativa terapéutica y preventiva para la salud de las personas.

Beneficios generales

En la actualidad se pueden encontrar múltiples balnearios, con aguas termales; aunque según el origen de estas aguas, estos balnearios pueden clasificarse en dos tipos. Los que tienen aguas de origen magmático y los de origen telúrico. Usualmente las primeras tienen mayor mineralización, y con minerales como arsénico y bromuro; mientras las segundas, presentan cloruros y sales. Las primeras también suelen tener mayor temperatura.

Se ha determinado que los beneficios de los baños termales pueden variar un poco dependiendo de los tipos de agua que componen el baño. De este modo, los beneficios generales se relacionan en primer lugar con el aumento de la temperatura. Este aumento actúa sobre el cuerpo generando una cadena de beneficios, en primer lugar la mayor temperatura, ayuda a eliminar gérmenes y virus y además mejora la circulación con el aumento de la presión, con ambos efectos combinados más la sudoración, se produce un efecto de desintoxicación a través de la expulsión de toxinas. Además el aumento de oxígeno estimula los tejidos y acelera el metabolismo, ayudando a la digestión. Además algunos estudios postulan que el baño termal constante ayuda en la regulación glandular, y por lo tanto en la secreción, producción de endorfinas y equilibrio de las distintas funciones corporales.

En cuanto a las aguas de origen magmático, se ha comprobado que tienen un mayor beneficio para ciertas enfermedades de la piel, sobretodo por su concentración de cierto tipo de bacterias relacionadas con el azufre, que son eficaces en el tratamiento de enfermedades bacterianas y fúngicas en la piel.

Tratamiento de enfermedades crónicas

Algunos especialistas además, recomiendan los baños termales para el tratamiento de ciertas enfermedades crónicas, especialmente en el caso de las enfermedades de carácter respiratorio en estado leve, como el asma, ciertas enfermedades que afectan el metabolismo y el desajuste glandular como la diabetes y problemas gastrointestinales. También se recomienda en procesos de recuperación o rehabilitación muscular, para dolores crónicos de carácter reumático y en la recuperación de parálisis. Además se recomienda para cuadros sicosomáticos, particularmente en casos de estrés o trastornos nerviosos y ansiedad.

Es importante que los pacientes con dolencias crónicas consulten con sus propios médicos respecto a la conveniencia de baños termales; pues algunas condiciones médicas pueden ser adversas como la hipertensión o los problemas cardiacos.