Abordaje de las emociones con la homeopatía

SI EL SER HUMANO es una totalidad, con cuerpo, mente y espíritu; de la misma manera global deberíamos considerarlo cuando enferma. Los estados de ansiedad se pueden manifestar como sensación de bola en la garganta o estómago, lipotimias, temblores o incluso un sentimiento de malestar general, muchas veces inexplicable para el paciente. La medicina clásica trataría estas manifestaciones de la ansiedad con ansiolíticos, mientras que la medicina Homeopática, en su visión holística, mantiene presente la totalidad del paciente y su individualidad, y además de corregir los problemas de salud en el aspecto físico, intenta corregir también los trastornos de tipo emocional o mental, como son los miedos, la dificultad para concentrarse, la falta de confianza en si mismo, la baja autoestima…

Por tanto, si el paciente nos refiere que tiene un dolor tan grande que hasta le duele el alma, ¿cómo lo trataríamos? En el vademécum clásico no encontramos ninguno analgésico que pueda aliviar ese dolor; sin embargo, en el campo de la Homeopatía el abanico de posibilidades es muy amplio para tratar no solamente estos dolores del alma sino emociones tan variadas como la rabia, los celos, los miedos: el miedo a la soledad, la claustrofobia, miedo a la oscuridad, miedo a las enfermedades, la cancerofobia, miedo a la oscuridad o incluso el miedo a vivir el día a día, lo que nosotros los homeópatas llamamos la angustia existencial del ser humano. La Homeopatía estaría indicada en casi todo tipo de patologías excepto en aquellos casos en donde fuese necesaria un intervención quirúrgica o en los casos donde peligrase la vida de la persona.

Es fundamental para el médico homeópata entender la causa de la enfermedad y las reacciones emocionales que los provocan para lograr una recuperación de la salud de una manera más definitiva.

La correcta repertorización, es decir, selección del medicamento homeopático, nos indicará el medicamento más adecuado al caso, ayudando al enfermo tanto emocional, mental como físicamente, y logrando una mejoría general en todos los aspectos de su vida. El abanico de posibilidades terapéuticas dentro de la Homeopatía para la ansiedad y sus manifestaciones es amplio y destacan algunos remedios como:

ACONITUM: para aquella persona que vive una gran ansiedad con pensamientos que giran alrededor de la muerte, de «su muerte». Terrible ansiedad, especialmente de noche, que se puede acompañar de escalofríos y fiebre. Ansiedad con miedo. Puede enfermarse a partir de un susto.

CALCÁREA CARBÓNICA: También ansiedad y miedo a morir pero de hambre, miedo a las enfermedades sobretodo las contagiosas, miedo a tener una enfermedad incurable, miedo a la oscuridad, miedo a volverse loco; a que le pase algo terrible; a¡la soledad, a la pobreza, al futuro, etc. Los miedos pueden somatizar en el estómago.

ARGENTUM NITRICUM: está indicado para las personas que se preocupan con anticipación y presentan emociones difíciles de controlar. Vive su vida con precipitación. Teme hacer algo, por miedo a fracasar. Tiene miedo de todo y a todo. Miedo a salir de casa, miedo a caminar por la calle, miedo a la gente, al encierro, etc. Se acompaña la ansiedad con mareos, diarreas, palpitaciones y alteraciones del sueño.

IGNATIA AMARA: indicado en aquellos trastornos producidos por pena silenciosa o de ira reprimida, por amor no correspondido, por pérdida de una persona querida. La persona se encuentra física y psíquicamente agotada. Refiere una sensación de nudo en la garganta. Pasa fácilmente de la risa al llanto, Tiene miedo a los ladrones, sobre todo a medianoche al despertar. Mejora con la distracción.

SEPIA: para el paciente que padece una tristeza profunda, pesimismo, desaliento, indiferencia para todo, depresión, irritabilidad, llanto fácil que se agrava con el consuelo. Es aconsejable asociar el tratamiento homeopático a la psicoterapia estratégica para obtener los mejores resultados en los trastornos de ansiedad y en las fobias.